SINADURAK

Norman Ajari

Filosofian doktorea

Dignidad o muerte. Ética y política de la raza

2021-06-17
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Dignidad o muerte se escribió en Francia, en Toulouse. En la actualidad, vivo y trabajo en Estados Unidos, en Filadelfia. Prologo la traducción al castellano de este libro, publicado por una editorial vasca. Me parece maravilloso, aunque soy consciente de que la repercusión de este trabajo acompaña el carácter global de una condición negra inhumana, el tema central de la obra. Pero que esta traducción se publique en el País Vasco tiene una importancia especial.


 

En algunas páginas del libro aparece el ejemplo de la lengua y el pensamiento occitanos como un recurso que podría permitir a las personas que viven en Europa romper con los imaginarios políticos imperialistas de los Estados europeos. El patrimonio intelectual y poético occitano, y tal vez aún más el vasco, incluye la posibilidad de existir en Europa y ser blanco sin aceptar la herencia de la misión civilizadora y su contrato racial.

La idea de que «la diferencia es riqueza» se ha convertido hoy en día en un lugar común liberal. Es una forma de afirmar la tolerancia sobre las que se consideran minorías lingüísticas o sobre las poblaciones de origen migrante circunscribiéndolas a una especie de folklore que deseamos poder consumir. Pero en el contexto de los Estados-nación que se construyen en y mediante el imperialismo, que es el caso tanto de España como de Francia, es necesario interpretar de otra forma esta fórmula tan común. Reivindicar su diferencia, es decir, su pertenencia a otro mundo, a otra cultura, a otro grupo lingüístico, implica defender la vida frente a una implacable máquina de muerte. No se trata de regodearse en un mosaico multicultural, una inocente e inofensiva yuxtaposición de identidades. Se trata, por el contrario, de afirmar una singularidad en oposición a un Estado colonial, imperialista y asesino.

Esta diferencia marcada, esta reivindicación política de su propia singularidad, puede adoptar múltiples nombres y formas. El movimiento vasco habla de aberria: con ello afirma una concepción existencial de la pertenencia nacional y de la patria que recuerda a algunas hermosas páginas de Frantz Fanon o de Aimé Césaire. No es la defensa de un patrimonio o de un territorio dominado, en el sentido de propiedad, sino una capacidad de creación, de invención y de revuelta.

 

La idea de que «la diferencia es riqueza» se ha convertido hoy en día en un lugar común liberal.

 

Las personas negras han demostrado gozar de todas estas capacidades a lo largo de la historia de la modernidad. Sin embargo, el movimiento negro, a nivel global, no ha tenido la suerte de poder reivindicar legítimamente una aberria, una patria. Las personas negras de las Américas, procedentes de la trata de esclavos, son como remiendos en lugares a donde no se les ha conducido para sobrevivir, sino solo para matarlos a trabajar. El propio continente africano, cuyas fronteras han sido trazadas por la codicia de las potencias europeas, ha convertido a sus habitantes en no ciudadanos; son los ocupantes de territorios a menudo concebidos para no ser viables como instituciones políticas autónomas.

En muchos aspectos, la idea de una aberria negra se presenta hoy en día como una aberración, como un sueño inaccesible incluso. Pero este proyecto ha espoleado a todos los activistas, movimientos o pensadores de la unidad africana, a un lado y al otro del Sáhara, a un lado y al otro del Atlántico. La restauración del panafricanismo como reto central de la política negra le permitirá a cada individuo de la diáspora, cuando se le pregunte sobre su origen, responder con dignidad, con la cabeza alta, «¡Vengo de África!».

Nuestra consciencia de pertenencia a un pueblo cuya humanidad fue la más radicalmente cuestionada y cuyos derechos democráticos han sido los más despreciados, se traducirá, sin duda, en la resurrección, y, finalmente, el triunfo, de un proyecto panafricano radical y revolucionario. Pero el reto, como nos lo muestra también la historia del activismo vasco, no es solo lingüístico, territorial o cultural. Se trata, a un nivel mucho más profundo, ontológico, de hacer existir en el mundo algo nuevo y particular. Otra forma singular de existir y de organizar la vida colectiva, el reparto de la riqueza y del trabajo. Afirmar, imponer, una diferencia esencial, para cambiar así el centro de gravedad de esta época. Que nuestra mera existencia en este mundo sea ya el rechazo de lo indigno.

 

Norman Ajari

Philadelphia, 7 de abril de 2021

 

Dignidad o Muerte (Txalaparta, 2021) liburuaren hitzaurrea da goikoa.

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