EDITORIALAK

Llevamos siglos imaginando un mundo diferente; décadas soñando con un futuro libre y mejor para este pequeño pueblo que cabe en un gran sueño. Hay muchas posibilidades y maneras de hacerlo: beber de experiencias de otros pueblos y crear la nuestra, construir nuevos imaginarios a través de la cultura y la creación, incidir en y desde los pilares estratégicos para el futuro de un pueblo...En el número 11 de la revista Erria hemos intentado compaginar todo eso.

Por un lado, hemos abordado los procesos soberanistas que se están dando en Europa. Entre otros, hemos analizado la evolución del proceso irlandés,de la mano de Declan Kearny, miembro del Sinn Féin. Este año se ha cumplido el 25 aniversario del Acuerdo de Viernes Santo, y nos ha hablado de las posibilidades que se abrieron en aquel acuerdo, de la necesidad de tener clara la estrategia y de la posibilidad de un referéndum sobre la unidad de la isla. También hemos hablado sobre la situación de los pueblos sin Estado en Europa, las enseñanzas a recibir de ellos y los retos de cara al futuro.

El arte nos ofrece mimbres para entender el mundo que nos rodea, así como posibilidades de hacer preguntas. ¿Cuál es, sin embargo, la relación entre el arte y la política? ¿Y entre la creación y herrigintza? ¿Cómo han evolucionado? ¿El arte tiene que ser autónomo o comprometido? ¿Pesa más el colectivo ola persona individual? Oier Zuñiga, creador y compañero de viaje de la revista Erria, nos ha proporcionado algunas claves sobre todo ello. La revista también ofrece la posibilidad de sumergirse en la obra de la escultora Sahatsa Jauregi.

La educación es uno de los pilares estratégicos para construir el presente y elfuturo de un pueblo, más aún para una nación oprimida y sin Estado como la nuestra. En el contexto del debate abierto en torno a la Ley de Educaciónde la CAV, hemos hablado con Blanka Martínez de San Vicente sobre segregación. Por otro lado, abriendo un poco el foco, hemos abordado el tema de la educación vasca.Y, por último, hemos analizado las experiencias de Reggio Emilia y Finlandia, para beber de ellas y recoger ideas que nos puedan resultar útiles.

Hace tiempo que pusimos en marchaen este pueblo el calendario de la libertad. Desde entonces, le hemos arrancado muchas páginas, y todavía nos quedan más por arrancar. En ese calendario ha habido risas y llantos, así como razones y emociones. Necesitamos ambas cosas; es más, la clave radica en acertar a combinar las adecuadamente. Queremos seguir dibujando y construyendo el calendario de la libertad, y estas páginas de la revista Erria también las hemos llenado con el objetivo de aportar a ello: aprendiendo de las experiencias soberanistas de aquí y de allá, pensando los pilares estratégicos para hacer país, construyendo nuevos imaginarios,y entrelazando razones y emociones. ¡Buen provecho!