SINADURAK

Isidro Esnaola

Economista

Reivindicaciones obreras en los programas de izquierda

2021-12-22

La crisis de 2008 y la posterior depresión cambió por completo la perspectiva que la gente tenía sobre la sociedad en la que vivimos y sobre el futuro que nos espera. La globalización y los dogmas neoliberales que la sustentan empezaron a ser vistos como un sistema que lo único que hacía era más ricos a los ricos y más pobres a todos los demás. En ese contexto, la lucha contra la desigualdad y la precariedad pasó a convertirse en una prioridad y la clase obrera volvió a recuperar protagonismo político en los discursos de algunos líderes de la izquierda.


Argazkia. Jeremy Corbyn, CC BY 2.0

 

En este artículo repasaremos someramente las principales reivindicaciones planteadas al calor de este cambio de perspectiva. Especialmente significativos han sido los discursos del laborismo inglés, durante el periodo en el que fue liderado por Jeremy Corbyn, y del candidato del ala izquierda del Partido Demócrata estadounidense a la presidencia del país, el senador Bernie Sanders. Asimismo, hemos incluido también las propuestas de Más País, que mantiene aspectos comunes con los anteriores, pero también algunas diferencias importantes.

 

La importancia de los sindicatos

La primera frase del programa de Bernie Sanders ya es toda una declaración de intenciones: «fue el movimiento sindical el que construyó la clase media en este país, y es el movimiento sindical el que va a reconstruir la clase media en Estados Unidos una vez más». Un enunciado que ha sido repetido en al menos un par de ocasiones por el actual presidente, Joe Biden, y que refleja la importancia que atribuye el equipo de Sanders a la organización de los trabajadores y al activismo laboral como instrumentos para la transformación social. Una visión que también impregna las propuestas concretas de su programa.

Asimismo, esta idea está muy presente en el programa del laborismo de Corbyn, donde las referencias al sindicalismo son frecuentes. Tanto Corbyn como Sanders hacen especial hincapié en «rebalancear el poder» entre sindicatos y patronal. Sanders plantea una serie de cambios para facilitar la implantación de sindicatos en las fábricas, simplificando el procedimiento y eliminando muchas de las trabas legales existentes en EEUU. De hecho uno de los objetivos que planteaba para su mandato presidencial era nada más y nada menos que doblar la afiliación sindical.

 

«La globalización y los dogmas neoliberales que la sustentan empezaron a ser vistos como un sistema que lo único que hacía era más ricos a los ricos y más pobres a todos los demás»

 

Considera, además, que el derecho de los trabajadores a unirse y negociar mejores salarios, beneficios sociales y condiciones de trabajo ha sido seriamente minado y es la principal causa decrecimiento de la desigualdad y de la desaparición de la clase media. Dicho de otra forma, la destrucción de los derechos de los trabajadores y el debilitamiento de su organización es la principal razón de la inequidad.

En esa misma línea, el programa laborista de Corbyn señala explícitamente que la mejor forma de hacer valer los derechos de los trabajadores es con sindicatos fuertes. La inspección de trabajo, por ejemplo, tiene una importante labor que cumplir, pero considera a los sindicatos la clave. En este sentido, suposición se aleja de la reflejada por el programa de Más País en el que, por ejemplo, se enfatiza más la necesidad de que Inspección de trabajo redoble sus esfuerzos persiguiendo el fraude.

 

«Cada vez más evidencias apuntan a que reducir la jornada laboral en sí ya aumenta la productividad, puesto que se recortan las horas menos productivas como consecuencia, fundamentalmente, del cansancio acumulado.»

 

En relación conlos sindicatos, todos los programas, incluido el de Más País, hacen hincapié en recuperar la negociación colectiva sectorial, cuyos acuerdos deben servir como referencia imprescindible a aplicar en todas las empresas del sector. Todos los programas coinciden, asimismo, en que el sindicalismo es la clave para que los salarios crezcan, disminuya la precariedad, mejoren las condiciones de trabajo y se reduzca la brecha salarial de género, entre otros aspectos.

A partir de ahí, cada Estado tiene su propia regulación sindical y sus propias normas para la negociación colectiva, lo que introduce un gran número de especificidades. Por ejemplo, en el Estado español, Más País subraya la necesidad de que los convenios recuperen la ultraactividad pérdida en la última reforma laboral.

 

El salario mínimo

Definir un salario mínimo es otra de las reivindicaciones recogidas en los tres programas electorales. Una reivindicación que refleja hasta qué punto el trabajo precario convive con la pobreza en los países industrializados. Más País plantea tomar como media el 60% del salario medio, 1.150€ en 2018, y llegar a los 1.200 al final de legislatura. Recuerda que la subida hasta los 900€ no provocó una caída del empleo. Y es que tanto la patronal como el Banco de España han hecho de los salarios bajos el puntal de un modelo económico de baja calidad que no permite a los trabajadores unas condiciones de vida dignas.

En los otros dos casos, el salario mínimo se plantea por hora trabajada. Bernie Sanders llevó esta misma primavera una propuesta para que alcanzara los 15$ por hora, pero fue rechazada en el Senado estadounidense. De la misma forma, el programa de Corbyn recoge un salario de 10 libras la hora para todos los trabajadores por encima de los 16 años. En Gran Bretaña, el salario mínimo difiere según la edad del trabajador y el laborismo propone un único salario mínimo para todos los trabajadores.

 

«Lo más probable es que una semana de cuatro días no ofrezca muchas posibilidades para un reparto más equitativo de las tareas reproductivas y de cuidados, mientras que la reducción de la jornada laboral puede más fácilmente permitir otra distribución de tareas a lo largo del día.»

 

En el último congreso anual de los laboristas celebrado recientemente se planteó subir el mínimo hasta las 15 libras, pero la propuesta no obtuvo respaldo suficiente para ser aprobada. En todos los casos, la subida del salario mínimo se plantea como una medida que busca evitar la pobreza. En este aspecto el programa de Corbyn es bastante explícito. Remarca que hay alrededor de 14,3 millones de pobres en Gran Bretaña, y más de nueve millones viven en familias en las que al menos una persona trabaja.

Este enorme aumento de trabajadores pobres hace que los salarios dignos sean una reivindicación especialmente relevante para terminar con la penuria cada vez más extendida a causa de la precariedad.

 

Argazkia. Gage Skidmore. CC BY-SA 2.0

 

La reducción de la jornada

La semana laboral de 32 horas o de cuatro días se recoge explícitamente en el programa de Más País. Dehecho esta ha sido su principal bandera. No se profundiza mucho en su implementación práctica.

Simplemente plantea que se introduzca de forma gradual y negociada, y sin pérdida de salario. Justifican la medida señalando que el cambio tecnológico permite aumentar la productividad, sin embargo, cada vezmás evidencias apuntan a que reducir la jornada laboral en sí ya aumenta la productividad, puesto que se recortan las horas menos productivas como consecuencia, fundamentalmente, del cansancio acumulado.

Por tanto, dependiendo del modo en el que se aplique esta medida, semana laboral de cuatro días o 32 horas en cinco días, los efectos sobre la productividad del trabajo también variarán.

 

«A los trabajadores sindicados con contratos fijos y una situación económica más holgada les puede resultar atractiva la idea de una reducción de jornada mientras que para los precarios estadounidenses sin prácticamente prestaciones sociales la clave está en ganar lo suficiente para vivir.»

 

Asimismo, la forma en que se introduzca está medida repercutirá en el modo en que se irán repartiendolas labores productivas y reproductivas. Lo más probable es que una semana de cuatro días no ofrezca muchas posibilidades para un reparto más equitativo de las tareas reproductivas y de cuidados, mientras que la reducción de la jornada laboral puede más fácilmente permitir otra distribución de tareas a lo largo del día.

La reducción de jornada fue una reivindicación clave del sindicalismo vasco, que Herri Batasuna puso en práctica en algunos ayuntamientos con el establecimiento de la jornada de 32 horas, pero que desgraciadamente ha perdido centralidad debido, sobre todo, al avance de la precariedad y los bajos salarios que obligan a trabajar, no menos, sino más. Posiblemente esa sea una de las razones por las no haya un planteamiento concreto de reducción de jornada en el programa de Sanders, mientras que el laborismo de Corbyn si apuesta por ir reduciendo progresivamente la semana laboral hasta las 32 horas.

La propuesta de Bernie Sanders refleja una preocupación por los trabajadores más precarios que antes de empezar a pensar en reducir la jornada, necesitan recibir un sueldo digno que les permita vivir de su trabajo. Posiblemente las diferencias en la cobertura social entre Europa y EEUU sea la causa de este enfoque. A los trabajadores sindicados con contratos fijos y una situación económica más holgada les puede resultar atractiva la idea de una reducción de jornada mientras que para los precarios estadounidenses sin prácticamente prestaciones sociales la clave está en ganar lo suficiente para vivir.

 

Argazkia. Coalició Compromís, CC BY 2.0

 

La renta básica

Con la renta básica ocurre algo similar a lo que ocurre con la jornada laboral. Más País plantea poner en marcha un proyecto piloto de Renta Básica Universal e Incondicional, algo que también recoge el programa electoral de Jeremy Corbyn. En un plano un poco más práctico propone una renta garantizada de 600 € para todas aquellas personas que no lleguen a esos ingresos y que sería corregida en función del número de miembros de la unidad de convivencia hasta un máximo de 1.200€. Para aquellos que tengan algún ingreso, la prestación los complementaria. Como señala en su programa Más País, «una sociedad con más tiempo garantizado y con más garantías, es una sociedad más libre y democrática».

Entre las propuestas de Bernie Sanders no aparece la cuestión de la renta universal. Posiblemente en este caso también sea debido a las profundas diferencias en el desarrollo de la protección social y el estado de bienestar entre el viejo continente y EEUU. Una renta universal, por generosa que sea, de poco servirá a un trabajador en un país en el que hay que pagar por prácticamente todo. El programa de Sanders hace más hincapié en el pleno empleo. Incluye la propuesta llamada trabajo garantizado que busca que todas las personas en condiciones de trabajar puedan tener un trabajo con un sueldo decente. Propone crear empleos en la reconstrucción de las infraestructuras del país, en la construcción de nuevas sistemas energéticos 100% sostenibles. Otra línea serían los empleos comunitarios relacionados con la enseñanza y los cuidados: educación infantil, atención a las personas mayores, etc.

 

«Mientras Errejón confía en la capacidad y la competencia, Corbyn se encomienda a la lucha obrera y Sanders apuesta por otro modelo social.»

 

La propuesta de trabajo garantizado ha sido desarrollada en profundidad por el equipo de Sanders. A grandes rasgos, se plantea que tenga financiación federal pero que sean las entidades locales las que organicen la oferta de puestos de trabajo en función de las necesidades locales. Plantea un salario mínimo de modo que si la demanda de trabajadores aumenta en el sector privado, las personas puedan tener también un incentivo para dejar el trabajo público y optar a un puesto de trabajo en el sector privado. De este modo, el sector privado conseguiría contratar a nuevos trabajadores siempre que mejorara esa oferta de pública de mínimos.

La propuesta de trabajo garantizado busca mejorar la ocupación general de las personas con capacidad de trabajar y al mismo tiempo trata de que ello no suponga un obstáculo al desarrollo de proyectos empresariales privados. Una iniciativa que combina el trabajo comunitario y el deber cívico de aportar a la sociedad con los necesarios equilibrios macroeconómicos para que la estructura económica no colapse.

 

Una nota final

Ya desde el título los programa reflejan bastante bien las prioridades de cada uno de ellos. En primer lugar, el más aséptico de todos es el de Más País que lleva el nombre de “Empleo digno y de calidad”. Un enunciado en el que no hay rastro de conflicto y que sugiere todo se puede solucionar fácilmente, solamente con tocar las palancas adecuadas; como si fuera una cuestión más técnica que política.

El laborismo de Corbyn denomina el apartado “Enfrentando la pobreza y la desigualdad”. Un título que explícitamente se refiere a las injusticias sociales existentes en la sociedad actual y que son el objetivo a combatir. Además, connota cierta necesidad de contrarrestar, de oponerse al actual estado de las cosas, deluchar, en coherencia con su apuesta por revitalizar los sindicatos y la negociación colectiva.

 

«La propuesta de trabajo garantizado busca mejorar la ocupación general de las personas con capacidad de trabajar y al mismo tiempo trata de que ello no suponga un obstáculo al desarrollo de proyectos empresariales privados.»

 

Por último, el programa de Sanders se llama “Plan para democratizar el puesto de trabajo”, un título que pone el acento sobre todo en la transformación social que traerá consigo otro tipo de relaciones laborales. Enfatiza la importancia de caminar hacia una sociedad nueva, diferente y más democrática. Mientras Errejón confía en la capacidad y la competencia, Corbyn se encomienda a la lucha obrera y Sanders apuesta por otro modelo social.

 

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