SINADURAK

Fotografía: Nikos Giann, Unsplash

Consideramos que es un avance en la cohesión territorial y social de Navarra y, por tanto, una buena noticia para toda la ciudadanía, ya que es imprescindible regular el mercado de la vivienda en todo el territorio. 

Comencemos desmontando una gran mentira: ese manido mantra neoliberal que asevera que el mercado se autorregula solo. Esa afirmación es falsa. Y aunque se siga repitiendo, seguirá siendo mentira. No hay un solo ejemplo que sustente esa cantinela. No existe ningún ejemplo de que, en algún lugar, alguna vez, el mercado por sí solo haya logrado garantizar el derecho universal a la vivienda asequible y digna, sin regulación ni intervención alguna.

Al contrario, como indica el profesor Jaime Palomera Zaidel, hay lugares en los que, si bien no se garantizó plenamente el derecho universal a la vivienda, el problema se atenuó en buena medida gracias a la intervención pública. Nos referimos a numerosos países europeos en la etapa que va desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta los años ochenta. Países como Reino Unido, Países Bajos o Dinamarca trataron de construir estados de bienestar donde garantizar derechos básicos como la educación, la sanidad, las pensiones o la vivienda.

«Reino Unido, por ejemplo, en los años ochenta, logró que el 40% de las viviendas fueran públicas, gracias a décadas de impulso de políticas de vivienda pública»

Viena ha logrado, con una política que inició allá por 1918 −y por la cual se la denominó la «Viena roja»−, que más de la mitad de la vivienda esté protegida de las dinámicas del mercado. Hoy, el 70% de la población puede acceder a una vivienda pública o protegida.

Otro mantra simplón que oímos repetir a la derecha navarra es que el problema de la vivienda se debe solamente a una insuficiente oferta en el mercado. Pues tampoco es cierto, si bien la oferta es un factor importante a tener en cuenta. Por tanto, el problema de la vivienda no se va a solucionar únicamente construyendo más vivienda, ya que ello nos lleva nuevamente al primer mantra que acabamos de desmentir.

Aunque hay un problema enorme de acceso a una vivienda asequible, lo cierto es que sigue habiendo mucha transacción de inmuebles. Según el INE, en octubre del año 2024 se inscribieron en los registros 69.418 transacciones en el Estado español, un 51,3% más que en octubre de 2023. Se trata de una cifra mensual récord desde mayo de 2007, en plena burbuja inmobiliaria.

«Y si se sigue vendiendo vivienda, ¿quién la está comprando?»

En el Estado español, en los dos últimos años, el 56% de las viviendas se está adquiriendo sin hipoteca. Además, casi la mitad de las viviendas inscritas en el Registro de la Propiedad en los últimos años están en manos de sociedades que tienen un mínimo de ocho inmuebles. Y en la última década, el número de grandes propietarios ha aumentado un 20%. Es decir, lo que está sucediendo es que quien accede a la compra principalmente son quienes ya tienen propiedades. Y muchos de quienes no tienen vivienda no pueden acceder a ella.

¿Y qué hacen los megatenedores y los fondos buitre que se van quedando con esas viviendas? Principalmente las destinan al mercado del alquiler, porque se ha convertido en la mejor de las inversiones. Las rentabilidades que genera este mercado son enormes. Porque, donde nosotros vemos un derecho, otros ven negocio.

En Navarra no es diferente y también está cambiando el perfil del propietario, ya que once grupos empresariales acaparan dos de cada diez viviendas alquiladas. Es decir, grandes grupos como Adania Grupo Empresarial o el fondo buitre Blackstone están acaparando cada vez más vivienda en Navarra.

«A esto nos referimos cuando hablamos de la mercantilización de la vivienda. Porque, mientras la vivienda sea solo un negocio, nunca se podrá garantizar como derecho»

Y aunque la especulación sin límite es algo evidente, lo cierto es que el problema de la vivienda es multifactorial. Por lo tanto, la solución no es simple. No hay una única fórmula mágica que resuelva rápidamente la situación; hay que impulsar un amplio y dinámico paquete de medidas sostenidas en el tiempo para poder revertir la situación.

En EH Bildu estamos de acuerdo con muchas decisiones y anuncios del Gobierno de Navarra en materia de vivienda, pero hay otras con las que no estamos de acuerdo, o al menos no en su totalidad.

En la declaración de zonas de mercado residencial tensionado, el Gobierno de Navarra ha indicado que «los datos referentes al precio de la compra o del alquiler en aquellos municipios cuya población es inferior a 5.000 habitantes no son representativos». Por lo que, por ahora, se descarta automáticamente intervenir el mercado de la vivienda mediante la declaración de zonas de mercado residencial tensionado en más del 92% de los municipios navarros. 

«Se ha establecido un umbral que deja fuera a 251 de los 272 municipios que tiene Navarra y casi al 32% de su población»

Si se realiza una declaración de zonas tensionadas para los 21 municipios más grandes de Navarra y se dice que en el resto no hay datos representativos y no se pueden incluir en esa declaración, ¿qué hacemos con el grave problema de acceso a la vivienda que también existe en el entorno rural?

Es por ello por lo que presentamos la propuesta de un Plan de Vivienda para el Entorno Rural. Un plan entendido como un conjunto de medidas dirigidas específicamente para los municipios de menos de 5.000 habitantes.

Los pueblos, la mayoría en riesgo de despoblación, tampoco pueden esperar y no pueden quedarse al margen de las políticas de vivienda. Por ello mostramos nuestra voluntad de colaborar definiendo este plan y de impulsar cuantas medidas sean necesarias a diferentes niveles institucionales.