SINADURAK

Rafa Díez Usabiaga

Consejo Nacional de Sortu

Hacia la independencia y el socialismo

2021-04-30

Este 1º de Mayo celebramos una jornada de solidaridad internacionalista como clase, con un especial recuerdo solidario a todas y todos los trabajadores y pueblos del mundo que luchan por el socialismo.


Argazkia. Unsplash / Miguel Bruna

 

Abordamos este 1º de Mayo en medio de una pandemia que se ha llevado la vida de más de 5.200 vascas y vascos y que esta sacudiendo nuestros hábitos de vida y estructuras socioeconómicas, mientras los diferentes gobiernos juegan con la economía y salud, mientras la gestión de las vacunas se mezcla con la piratería comercial.

Esta pandemia, además, nos está demostrando la importancia de la soberanía, de ser estado, para disponer de herramientas políticas, económicas y sociales adecuadas y no convertirnos en una mera terminal del marco de decisión española o francesa con instituciones totalmente dependientes y subordinadas.

 

«Detrás de la cogobernanza que venden algunos líderes políticos no hay más que subordinación hacia el Estado mientras luego, como sucede en la CAV, se practica un autoritarismo y verticalismo político total»

 

Esta pandemia ha acentuado los indicadores de crisis cíclica que ya se presagiaban así como las necesidades para cambios estructurales en el modelo económico mundial ante un neoliberalismo salvaje que nos lleva al caos civilizatorio.

El deterioro del planeta en todas sus dimensiones, con un cambio climático que pone en peligro su viabilidad global, los movimientos migratorios provocados por la máquina depredadora capitalista y el desarrollo imparable de la dualidad social ante sociedades atravesadas por la precariedad, desempleo y reducción de protección social, mientras crecen el número de ricos a consecuencia de políticas de especulación y explotación favorecidas por los gobiernos, nos demanda una reacción global ante una tendencia que nos lleva al colapso y enormes tensiones sociopolíticas.

Es indignante que la comunidad internacional sea incapaz de evitar la existencia de unos paraísos fiscales convertidos en instrumentos de robo social por multinacionales y grandes fortunas.

 

«Esa es la moral de un sistema basado en la explotación y la piratería económica»

 

Euskal Herria no es ajena a esas tendencias: la lógica depredadora del medio ambiente que encarna el neoliberalismo autóctono se evidencia en proyectos antisociales (TAV, supersur, metro Donostia...) que alimentan lobbies económicos mientras hurtan recursos para sanidad, educación u otras alternativas de movilidad. Existe una ausencia de políticas industriales públicas que eviten cierres como La Naval y la desindustrialización de la Margen Izquierda, especulaciones como en el caso de Euskaltel o cierres de empresa o EREs que responden a decisiones de mera rentabilidad económica como el caso de Tubacex. La precariedad contractual y salarial sigue avanzando, instalando una dualidad social que desvertebra nuestra sociedad.

 

«La brecha salarial de género sigue aumentando, sin ningún tipo de medida resolutiva»

 

Las bolsas de pobreza siguen siendo el espejo de una sociedad injusta, acumulándose en ciertos barrios de nuestras ciudades. La fiscalidad sigue condicionada por las multinacionales –Iberdrola, Petronor, Mercedes, Volkswagen...– y una patronal convertida en único interlocutor social real de los poderes públicos.

La juventud está condenada a un escenario de competencia feroz para reproducir los intereses de la máquina productiva o a una precarización condicionada por horizontes sin futuro para organizar y desarrollar sus vidas (trabajo digno, vivienda...).

 

«Existen interrogantes en torno a unas pensiones dependientes de las decisiones del marco español y sus mayorías (Pacto de Toledo)»

 

Estas variables están condicionadas por un marco jurídico-político que con reformas laborales, reformas de pensiones, marco de endeudamiento etc., instalan un nivel de dependencia estructural en perjuicio de las demandas del sindicalismo y la clase trabajadora vasca y que, por tanto, hacen más imprescindible un marco de soberanía institucional que, superando el autonomismo-amejoramiento actual, empodere a instituciones y agentes sociales vascos en su capacidad para definir políticas sociales y económicas que reviertan derechos y encaucen autenticas medidas de reparto de la riqueza.

Una resistencia contra la desaparición de la Naval, contra EREs –Tubacex...– convertidos en instrumento para cuadrar beneficios, contra las políticas de precariedad e interinidad en la administración pública, contra las condiciones laborales en residencias y sistemas de cuidado, contra la precariedad utilizada como mero instrumento de beneficio y explotación, contra todas las discriminaciones de género, contra la depredación de nuestros recursos naturales...

 

«Estas luchas tienen que articularse, coordinarse, para dimensionar su efectividad social y política y, asimismo, tienen que proyectarse hacia un cambio social inaplazable.»

 

Un cambio que necesita de soberanía como instrumento para un empoderamiento colectivo –correlación de fuerzas, toma de la calle, poder institucional– necesario para articular las medidas económicas, sociales, laborales, medioambientales, culturales... que ello implica. No hay cambio social sin soberanía y sólo se puede entender la soberanía si se proyecta a un cambio social.

En definitiva, se trata de jornada para afianzar convicciones y compromisos. Convicciones en nuestras ideas socialistas, en nuestro horizonte estratégico de estado vasco, en nuestro firme compromiso por confrontar contra un neoliberalismo económico y político que nos lleva al desastre colectivo.

 

«Este 1º de Mayo celebramos una jornada de solidaridad internacionalista como clase, con un especial recuerdo solidario a todas y todos los trabajadores y pueblos del mundo que luchan por el socialismo.»

 

Compromiso para luchar en la calle e instituciones, por articular todos los espacios de izquierda política y social en una ola de cambio que arrastre los restos del régimen en Nafarroa, que traiga una alternativa al régimen jeltzale en la CAV, que refuerce las posiciones de la izquierda independentista en Ipar Euskal Herria.

 

 

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