GOMENDIOAK

Erria

El pueblo gitano

2020-07-21
EU

Pastora Filigrana. Akal. 2020 Ensayo.

 

Este libro parte de una idea: “convencer a los payos que sueñan con un mundo mejor de que, para alcanzarlo, hay que ser como los gitanos”. Esa es la idea y la hipótesis; los gitanos son la inspiración para pensar en formas de coope-ración y resistencia al modelo de producción y consumo imperante.

El pueblo gitano es un pueblo perseguido, humillado, llevado a los márgenes, reapropiado de sus símbolos culturales. La historia gitana, es, por lo tanto, una historia de persecución y castigo. Pero, sobre todo, es la historia de un pueblo que no se doblega, y que sigue vivo gracias a sus ansias de libertad.

Filigrana hace un repaso del sistema mundo del capitalismo, y como los gitanos han formulado estrategias para escapar de éste, practicando otras lógicas. En el libro se analiza la esencialización y la criminalización que ha sufrido el pueblo gitano durante décadas, y la ideología dominante detrás de esta criminalización. En esa criminalización, se hace hincapié en las principales lecturas esencialistas que se hacen de “lo gitano”; desde la supuesta falta de integración, su “gracia”, la venganza de la ley gita-na, el machismo mayoritario en la cultura gitana...

Pastora desmonta, uno a uno, todas estas lecturas reduccionistas y estereotipadas sobre los gitanos, para enmarcar-los dentro de una estrategia de criminalización y dominación de un pueblo que no acepta el sistema mundo hegemónico blanco y occidental. Para terminar el libro, Filigrana realiza un análisis sobre el debate en torno al sujeto aglutinador de la izquierda transformadora. “¿Es la clase obrera ese elemento aglutinador?”, se pregunta.

Para la abogada esta propuesta es insuficiente, ya que rara vez pueden verse luchas multitudinarias “donde los migrantes sin papeles, las abuelas cuidadoras, los funcionarios de la educación pública, los gitanos del gueto o las mujeres directivas lleven a cabo una acción política conjunta bajo la conciencia de que todos tienen que trabajar para vivir”.

Pastora aboga por una articulación de las luchas siendo conscientes del lugar que cada uno ocupa en la jerarquía de humani-dades actual. Una vez hecho eso, podríamos empezar a mirar de otra forma a “los otros”, atendiendo a esa diversidad de malestares, para entablar un diálogo que supere la fragmentación de los sujetos de emancipación populares.En conclusión, un libro impres-cindible que recomendamos leer cuanto antes.

 

 

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