ERREPORTAJEAK
La reciente irrupción de la autodenominada asociación asindical “Ertzainas en lucha” ha sorprendido en el conjunto de la ciudadanía vasca, incluyendo a los mandos políticos institucionales y los diferentes medios de comunicación. Pero ¿qué hay realmente detrás de ello? Sólo tratan de encauzar unas reivindicaciones de mejoras laborales, ¿o hay algo más?
Argazkia. FOKU / 01-06-2023, Vitoria-Gasteiz. Concentración de la plataforma Ertzainas en Lucha ante el Parlamento de Gasteiz.
En algunos ámbitos se habla de una operación de inteligencia que cortocircuita cualquier atisbo independentista, evitando que en la Ertzaintza anide un virus “abertzale” que la corrompa y le lleve a imitar la actitud de los Mossos en los días del procés catalán. Es decir, pretenden evitar que la Ertzaintza se reconvierta en una policía de proximidad que esté apegada a la realidad social y a posibles reivindicaciones soberanistas de la ciudadanía vasca.
En ámbitos del PNV lo sitúan como un ataque “desde dentro” o una maniobra de infiltración hacia uno de los pilares del autogobierno vasco con la intención de dominar y controlar uno de los resortes de poder de dicho autogobierno.
Precedentes
En el Estado español tenemos el precedente exitoso de JUSAPOL, que también nació como movimiento asindical que recogió el malestar sindical existente en el Cuerpo Nacional de Policía y en la Guardia Civil. En el año 2019 JUPOL se impone en la escala básica con 26.000 votos en las elecciones sindicales de la CNP como sindicato mayoritario, arrasando a los sindicatos tradicionales como SUP (7.447 votos), CEP (3.211 votos) o UFP (1.999 votos).
En lo ideológico, traspasan el ámbito sindical y se convierten en una especie de ariete fáctico que se manifiesta, tanto en la calle como en las redes sociales, haciendo frente al gobierno social-comunista de Sanchez. Según nos cuenta Koldo Mediavilla en Deia, en los Mossos de escuadra parece que también se ha dado algún intento de creación de un movimiento asindical de este tipo. Para entender esta situación nos debemos fijar en los resultados de las elecciones sindicales.
Resultados de las últimas elecciones sindicales en la Ertzaintza
En febrero de 2022 se celebraron las elecciones sindicales con los siguientes resultados (De un censo de unos 7.519 ertzainas, el 90% está afiliado a algún sindicato):
ERNE obtiene 2.211 votos que le dan 22 representantes (35,50 %)
ESAN obtiene 2.011 votos que le dan 20 representantes (32,30 %)
EUSPEL obtiene 806 votos que le dan 10 representantes (12,90 %)
SIPE obtiene 614 votos que le dan 7 representantes (9,80 %)
ELA obtiene 490 votos que le dan 4 representantes (7,80 %)
TOTAL 6.132 votos que dan 63 representantes
NO VOTAN 1.387 agentes no votan (18,45 %)
Estas últimas elecciones sindicales los resultados nos indican que los sindicatos corporativistas (ERNE, ESAN, EUSPEL, SIPE) son los mayoritarios, con reivindicaciones laborables muy similares: no hay un planteamiento de cómo podrían mejorar y adecuar este servicio público a las nuevas realidades sociales, económicas y políticas.
En una radiografía más profunda, nos encontramos con ERNE que sigue siendo el sindicato corporativista mayoritario que mira por su supervivencia y el mantenimiento de privilegios de una época anterior. ESAN es una escisión de ELA que pretende quitar la hegemonía de ERNE. EUSPEL sindicato que obtiene la mayoría de sus votos en la base de la Brigada móvil de Iurreta y en el complejo de la academia de Arkaute. SIPE es un sindicato de corte reaccionario recientemente asociado a JUSAPOL. Y en noviembre de 2022 surge EKOS (Ertzaintzaren Sindikatu Korporatiboa) fruto de la unión del sector crítico de SIPE, de antiguos afiliados de CCOO y de agentes de las últimas promociones, sin representación y con unos 70 afiliados.
«En lo ideológico traspasan el ámbito sindical y se convierten en una especie de ariete fáctico que se manifiesta tanto en la calle como en las redes sociales»
En esta crisis, ERNE, ESAN, EUSPEL y SIPE en un principio asumen las demandas de esta “oscura asociación” que bebe de las doctrinas y tácticas populistas de JUPOL y JUCIL (JUSAPOL). Siguiendo el hilo, tras la tensa reunión del 9 de junio de 2023, ERNE y ESAN se desmarcan, mientras EUSPEL, EKOS y miembros de SIPE se sitúan públicamente en favor del movimiento asindical “Ertzainas en lucha”. En este contexto no podemos descartar el nacimiento de un nuevo sindicato policial a imagen y semejanza de JUSAPOL, con tintes reaccionarios y enfrentada a la ciudadanía y a las instituciones vascas.
Argazkia. FOKU / 2021-05-07, Bilbo. Ernairen manifestazioa gazteak larrialdi egoeran daudela salatzeko. Irudian, Ertzainek gazte bi lurrean dute
En general, no existe un replanteamiento del actual modelo policial que sigue instalado en el ámbito de enfrentamiento y trinchera de posiciones de nuestro pasado reciente. A modo de ejemplo, entre las reivindicaciones de estos sindicatos figuran la mejora de materiales, la compra de furgonetas, de armas antidisturbios o de vuelta a las pelotas de goma y un largo etcétera que no ponen en cuestión el actual modelo represivo de la Ertzaintza. En la actual coyuntura habría que poner encima de la mesa, por ejemplo, la “necesidad” de una Brigada Móvil de “porrazo fácil”.
La dirección de la Ertzaintza debería plantearse un redimensionamiento de ciertas estructuras policiales adecuándolas a la realidad actual. En este sentido, no vemos como una casualidad que el germen de “Ertzainas en lucha” se sitúe en un grupo de WhatsApp de agentes de la Brigada Móvil y de miembros de SIPE.
La sociedad vasca ha evolucionado pero la Ertzaintza aún se sitúa en parámetros de enfrentamiento. En estos últimos dos años, cada vez que públicamente se ha pedido abrir el debate del modelo policial, han coexistido en el tiempo, como una mano invisible, actuaciones desproporcionadas por parte de ciertos elementos de la ertzaina con el beneplácito de sus mandos superiores.
«La sociedad vasca ha evolucionado pero la Ertzaintza aún se sitúa en parámetros de enfrentamiento»
Parece que su objetivo es mantener el actual statu quo y evitar el ingreso de aspirantes con una visión actualizada de lo que debería ser un ertzaina como servidor público. A ello debemos unir determinados comportamientos que traspasan incluso la línea del delito de odio incompatible con la función pública.
La situación actual viene de una mala gestión por parte del Departamento de Seguridad de Lakua que no ha querido hacer frente a una realidad auspiciada desde dentro que pasó por facilitar, desde la academia de Arkaute, la incorporación de agentes con un perfil “militarizado y corporativista” que no han interiorizado su función servidor o funcionario público. En su argot se ha evitado sistemáticamente la entrada de “ciervos” (simpatizantes de la Izquierda Abertzale) en la Ertzaintza, gracias sobre todo a un último filtro de carácter subjetivo conocido como el sociograma. Esta prueba ha sido denunciada judicialmente y, aun estando en entredicho, sigue vigente y amparada por la actual dirección de la Ertzaintza.
La actual sensación de descontrol de la Ertzaintza se ve reforzada por el hecho de que se está produciendo una masiva jubilación de sus “patas negras”, gentes del partido, incorporados en su día con el visto bueno del Batzoki correspondiente, los cuales controlaban, hasta ahora, toda la estructura del cuerpo. De hecho, recientemente antiguos jefes de la ertzaina (Jorge Aldekoa entre ellos) bajo la denominación “Ipar Haizea Taldea” publican un artículo expresando su preocupación sobre la actual crisis a la vez que exigen medidas disciplinarias que “restauren el principio de jerarquía ahora quebrantado”.
«Parece que su objetivo es mantener el actual statu quo y evitar el ingreso de aspirantes con una visión actualizada de lo que debería ser un ertzaina como servidor público»
Argazkia. FOKU / 01-06-2023, Vitoria-Gasteiz. Concentración de la plataforma Ertzainas en Lucha ante el Parlamento de Gasteiz.
Si a ello unimos la interminable lista de malas prácticas que este cuerpo ha desarrollado en sus últimos tiempos: Cabacas, Tubacex, aplicación indiscriminada de la ley mordaza, desprecio al uso del euskara, protocolos insuficientes ante los casos de violencia machista, etc., así el distanciamiento entre Ertzaintza y ciudadanía vasca se ensancha aún más.
Ahora parece que hasta el Lehendakari Urkullu se lleva las manos a la cabeza, pero es responsabilidad de sus últimos equipos (Beltrán de Heredia, Erkoreka) la de no atajar esta situación, empezando por la de no renovar en su día el convenio laboral y continuando por dar cobertura continuada al oscurantismo y a las malas prácticas policiales con su correspondiente pérdida de valores que van en detrimento de la cuestionada calidad democrática de la Ertzaintza.
«El Lehendakari Urkullu se lleva las manos a la cabeza, pero es responsabilidad de sus últimos equipos (Beltrán de Heredia, Erkoreka) la de no atajar esta situación»
Si, como se apunta privadamente, estamos ante una operación de inteligencia que neutralice cualquier evolución democrática de la Ertzaintza, también debemos apuntar a la deficiente gestión institucional que ha propiciado el suficiente caldo de cultivo que alimenta esta involución.
En este contexto, la Izquierda Abertzale ha sido la única que ha reiterado la disposición para promover, en el conjunto de la sociedad vasca, un debate sincero sobre el Modelo de Seguridad Pública que hoy en día necesita nuestro país. Un debate sobre la Euskal Polizia (Udaltzaingoa, Ertzaintza, Policía Foral) que derive en la implantación de un Servicio de Seguridad Público, cercano y trasparente que responda ante las necesidades que en este ámbito demanda nuestra sociedad.
