“La batalla librada por los cubanos, profesionales de la salud y científicos ratifican la premisas planteadas por Fidel. La respuesta estaba en sus palabras y en el potencial de la ciencia cubana”, significó.
Cuando una parte del mundo escuchaba sobre este virus que se extendía por el orbe, Cuba preparaba su plan de enfrentamiento a la COVID-19, con acciones intersectoriales que contaron con la activa participación del pueblo y jóvenes.
De acuerdo con Portal Miranda, se organizó la capacitación y la actividad asistencial y logística, al tiempo que se constituyó, el 12 de febrero, el grupo de ciencia con un comité de innovación y un observatorio, así como fue diseñado un protocolo en correspondencia con la situación epidémica.
“No podría decirse a ciencia cierta si en este tiempo la devastadora experiencia de la pandemia le ha bastado a la humanidad para darse cuenta de lo vulnerable que somos. Pero sí se han evidenciado las brechas y la necesidad de lograr que la Salud sea universal”, comentó.
En la región de las Américas, epicentro mundial de la pandemia, el número de contagios se sitúa en 26 millones 823 000. Han fallecido más de 700 000, para una letalidad de 2.71%.
Al cierre de noviembre, el mundo sumaba 8 312 casos por un millón de habitantes, mientras que en países como EE.UU. y Brasil se reportan cifras de 42 085 y 30 192, respectivamente.
Por otro lado, continuó el ministro, los fallecidos por millón de habitantes a nivel global reflejan una mayor una mayor disparidad, con un promedio de casos de 200.8.
“Tales indicadores ratifican lo vulnerable que somos todos ante un virus que no toma en cuenta niveles de desarrollo ni condición social”.
Cuba, por su parte, mantiene 838 casos y 12 fallecidos por millón de habitantes, “a pesar del bloqueo que se ha hecho marcar más durante la pandemia y que ha tenido gran impacto en el sector de la Salud”.
El ministro subrayó que la contención de la pandemia en el territorio nacional ha estado marcada por la asistencia primaria, la utilización de medicamentos novedosos y la participación activa de la comunidad.
En esta etapa, prosiguió, se han potenciado y desarrollado, de manera acelerada, las capacidades diagnósticas en varias provincias y municipios del país, despliegue de equipamiento que ha garantizado la optimización de la tecnología, así como la adquisición de equipos, insumos y reactivos, en función del incremento de la vigilancia y el estudio de la enfermedad.
En marzo Cuba disponía de cuatro laboratorios para realizar pruebas de PCR en tiempo real, con una capacidad de 100 pruebas diarias. Actualmente, se dispone de 17 laboratorios en seis provincias, con una capacidad de más de 15 000 exámenes de PCR y con posibilidades de alcanzar los 20 000 antes de finalizar el año, informó el titular.
Para el desarrollo de ese programa, acotó, se han destinado más de 100 millones de dólares.
Portal Miranda contabilizó que al cierre de esta información se mantienen activos 8 381 casos confirmados y 7 714 pacientes dados de alta, lo que representa el 91.2% de personas recuperadas.
Recordó que el 3 de marzo el Buró Político del Partido aprobó el plan para la prevención y control del nuevo coronavirus con 497 medidas. “Cuba ha diseñado un modelo de gestión integral que agrupa tres componentes: el epidemiológico, el de la organización de los servicios de salud y la ciencia.
Este proceso se acompaña de investigación, innovación, informatización y la comunicación social. Se caracteriza, además, por un proceso de capacitación que acumula más de dos millones de personas.
A la par, puntualizó Portal Miranda, se ha trabajado en alcanzar la soberanía tecnológica mediante la sustitución de medicamentos, equipos y dispositivos médicos.
“Su implementación facilita la inmediatez en la toma de decisiones, así como una atención individualizada a vulnerables, contactos, sospechosos y pacientes”, argumentó y especificó que su concepción integra a la Industria Biotecnológica y Farmacéutica cubana (BioCubaFarma).
El ministro mencionó que el componente de la gestión epidemiológica incluye un algoritmo caracterizado por la búsqueda de casos mediante la pesquisa activa, auto pesquisas virtuales, vigilancia especializada a sospechosos, aislamiento de contactos y pruebas diagnósticas.
El componente de gestión de la organización de los servicios de salud ha permitido establecer, de forma escalonada, la atención a pacientes, con garantía de disponibilidad de camas, ventiladores y demás requerimientos médicos, abundó.
Como parte de la gestión de la ciencia, fue conformado el grupo de ciencia y su comité de innovación, “brazo ejecutor de las actividades científicas”, con varios grupos de expertos.
El ministro significó que Cuba ha demostrado, una vez más, que el impacto de la ciencia y la innovación no es una consecuencia del mercado, sino del sistema económico-socialista que genera, gestiona e introduce sus resultados, con la prioridad centrada en las personas.
Recordó que el 12 de febrero se constituyó el grupo de ciencia para el enfrentamiento a la pandemia, integrado por científicos y expertos.
El 1 de abril, continuó, se produjo la primera reunión con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el primer ministro y otros dirigentes, espacio que se ha convertido en permanente diálogo de la dirección del país con las mujeres y hombres de ciencia.
Portal Miranda comentó que el papel de la ciencia cubana ante la COVID-19 parte de impulsar la introducción de productos innovadores, equipos, dispositivos y medios diagnósticos de BioCubaFarma, así como de otras empresas cubanas, además de aportar conocimientos y evidencias científicas y proporcionar una base científica al protocolo nacional e incorporar la mejores experiencias, incluyendo las adquiridas por los integrantes de las brigadas internacionalistas “Henry Reeve”.
“La principal innovación ha sido maximizar los resultados a partir de los recursos con los que cuenta el país. Ha habido también un intercambio enriquecedor del que han salido la mayoría de ideas luego convertidas en realidad”.
El titular subrayó que para la aprobación y conducción de los estudios a ejecutar relacionados con la COVID-19 fueron adoptados “mecanismos acelerados” por el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos, como autoridad reguladora nacional, y el Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos.
Entre los resultados, mencionó las investigaciones del IPK, los avances en la caracterización molecular del SARS-CoV-2 y el análisis filogenético del virus, que permitió detectar cinco mutaciones en el virus, de ellas una nueva no reportada.
Por su parte, los estudios de PCR positivos persistentes en pacientes asintomáticos y los relacionados con la carga viral han servido de conocimiento para investigaciones clínicas con resultados ya introducidos en el protocolo.
“Los gráficos de tendencias ratifican que la pandemia en nuestro país ha estado controlada durante todo el tiempo transcurrido hasta hoy”, aseguró el ministro de Salud y dijo que el incremento del número de confirmados y de la transmisión en los días recientes se deben, entre otras causas, a los casos importados.
Sobre la búsqueda de casos, el titular comentó el uso de las técnicas de Big Date para la movilidad, de los estudios sobre la estimación en tiempo real del número probable de casos nuevos, a partir de un paciente positivo, así como de plataformas informáticas como Andariego y las APK para la pesquisa activa y autopesquisa.
Hizo alusión a otros estudios que evalúan nuevas moléculas como medicamentos para prevenir la infección, entre ellos el del CIGB 325 y el CIGB 2020, producto en ensayo clínico que muestra resultados prometedores como fármaco inmunomodulador.
En el protocolo único de actuación para el enfrentamiento a la COVID-19, el 85% de los productos que se usan son producidos por BioCubaFarma, apuntó Portal Miranda y destacó las investigaciones que han permitido el actual comportamiento de la enfermedad en edades pediátricas, donde no se reportan fallecidos, ni infecciones asociadas a los cuidados de salud.
Otras investigaciones destacadas por el ministro:
La carpeta de productos de la Industria Biotecnológica cubana, en diferentes fases de desarrollo, sobrepasa la cifra de 30, incluidos los productos anti-virales, potenciadores del sistema inmune, anti-inflamatorios y vacunas preventivas.
El ministro mencionó los productos con mayor impacto: Nasalferón, Biomodulina T, los interferones y los innovadores Jusvinza e Itolizumab, así como subrayó los cuatro candidatos vacunales que ya se encuentran en fase de ensayo clínico, lo que sitúa a Cuba en el primer país de América Latina en obtener tal resultado.
Soberana 01 cuenta actualmente con dos ensayos clínicos Fase 1 que concluirán antes de que termine el año, mientras Soberana 02 dispone de un ensayo clínico Fase 1, en ejecución, informó.
Los otros dos candidatos, desarrollados por el CIGB, iniciaron la inclusión de pacientes para la Fase 1 en este mes de diciembre.
“Más de 12 000 personas mayores de 60 años fueron incorporadas en esta intervención, lo que ha incidido en la reducción de un 15% de la mortalidad por afecciones respiratorias, en comparación con el mismo periodo en 2019”.
El ministro destacó que la innovación ha tenido una labor privilegiada en esta etapa, en la que han trabajado en el desarrollo de equipos y dispositivos médicos varios centros de BioCubaFarma y del Ministerio de Industrias.
El país ya cuenta con un ventilador pulmonar propio para ser utilizado en la recuperación post anestesia y se comenzará su evaluación para su uso en los servicios de urgencia. Además, se encuentran en investigación y desarrollo otros tres ventiladores, dos de ellos de emergencia y uno de altas prestaciones, los que tendrán sus primeros prototipos a inicios de 2021, explicó.
También se han desarrollado otros insumos para las pruebas diagnósticas como el hisopo y el medio de transporte necesarios para la toma de muestras, así como medios de protección para garantizar los protocolos de bioseguridad.
Se produce también, continuó, la distribución de un juego de reactivos para la extracción y concentración de ARN (etapa previa a la realización del PCR) basada en nano partículas magnéticas, con autorización otorgada de uso de emergencia. Un kit de producción totalmente nacional y que podrá ser extendido a otros diagnósticos.
Asimismo, se diseñaron, evaluaron y aprobaron otros kit diagnósticos, utilizando la tecnología SUMA para la determinación de IgM, IgG y anticuerpos totales en sangre.
El ministro puntualizó que la realización de estudios epidemiológicos a partir del uso de estos diagnosticadores permitirán, entre otros elementos, evaluar el grado de exposición que han tenido determinadas regiones o poblaciones de infección, y por tanto, el nivel de susceptibilidad de la misma ante futuros eventos.
Portal Miranda resaltó la contribución de las ciencias sociales, la psicología y la siquiatría ante la problemática de salud y otros fenómenos asociados a la COVID-19.
“Esta labor, con cerca de 100 estudios e investigaciones, ha contribuido a mejorar la salud mental, la prevención de secuelas y un mayor entendimiento de la enfermedad, así como la adopción del nuevo código y estilos de vida”.
De igual forma, prosiguió, la ciencia y sus resultados han trascendido nuestras fronteras, ejercitándose varias intervenciones preventivas y terapéuticas para profesionales cubanos que cumplen misiones internacionalistas.
Las experiencias aportadas por las brigadas “Henry Reeve”, dijo, han sido incorporadas a los protocolos de actuación, especialmente en los temas relacionados con las modalidades ventilatorias, la organización de terapias intensivas, el uso de medicamentos novedosos, entre otros.
La intensa actividad desarrollada por la ciencia cubana ha sido compartida con otros expertos del mundo en innumerables actividades virtuales, foros debates, cumbres mundiales y eventos, que superan la cifra de 100.
Al cierre de noviembre sumaban 494 publicaciones cubanas, 86 de ellas en revistas internacionales de impacto, añadió.
El ministro hizo un llamado al pueblo a mantener los comportamientos responsables durante las etapas anteriores para consolidar los indicadores que nos han permitido transitar hacia la nueva normalidad, incorporando el código y nuevos estilos de vida.
“Las prioridades de la ciencia en esta nueva etapa estarán centradas en el desarrollo de los candidatos vacunales, continuar incrementando la capacidad de diagnóstico, mejorar la predicción de la dinámica de la enfermedad mediante modelos, así como las intervenciones estratificadas de la población y los grupos de riesgo”.
En la actualidad Cuba desarrolla 869 proyectos de investigación e innovación, de los cuales 189 son de carácter nacional; y 24 ensayos clínicos, de ellos 16 en ejecución y dos concluidos.
La Agencia Reguladora ha otorgado 10 autorizaciones para el uso de emergencias de productos cubanos y se han registrado seis nuevos mexicanos y productos de la Biotecnología para el uso en el manejo de la COVID-19.
Portal Miranda destacó las intervenciones complejas de Salud en poblaciones vulnerables y lugares de riesgo, como las desarrolladas en el Hogar de Ancianos número tres de Santa Clara, en el Centro de Protección Social del Cotorro y en el municipio de Ciego de Ávila.
“El aporte de la ciencia y la innovación no termina aquí. Se continuará en la búsqueda de evidencias científicas para la toma de decisiones. Cuba cuenta con todas las garantías para el enfrentamiento a la pandemia, con indicadores sociales y sanitarios a nivel de los países del primer mundo”, concluyó.