EDITORIALAK

Erria

Saber leer el momento

2022-07-21
FR    EU


En el anterior número hablábamos de la oportunidad histórica para abordar algunas discusiones, sobre la necesidad de leer bien el latido histórico del momento. En eso nos reafirmamos. A partir de ahí, la izquierda debe tratar de hacer una lectura radical del statu quo, de la múltiple cara del statu quo, la más afilada posible,
para hacer una alternativa lo más factible y atractiva posible. No puede estar más apegado a la impotencia de un proyecto que a su potencialidad, no puede estar más enamorado de la marginalidad o del fracaso que de producir la esperanza de transformar el mundo. La nueva estructura del deseo necesita izquierdas, que no sean melancólicas
ni retrógradas, mucho menos autoflagelantes.


Históricamente, el error de la izquierda ha sido no entender las características de la época y formar una concepción política del mundo alejada de ellas y plantear un camino. ¿Qué pasa hoy? Que los factores determinantes para comprender la situación actual a nivel mundial deben buscarse en la aceleración de las tendencias del neoliberalismo. La crisis de civilización se ha acelerado, por lo que la necesidad de una transición a otra civilización es evidente, de abajo arriba y a todos los niveles. Tenemos que ser exigentes: no es el mismo
contexto el que vivimos en el hemisferio norte o en el sur global. En esta última, tras las revoluciones emprendidas por la izquierda latino-americana en los años 90, se aferra a la nueva ofensiva de la derecha, la rearma, y la vuelve a combatir, sumiéndose en una segunda ola transformadora. Chile es un claro ejemplo de ello, inmerso en un proceso participativo de la ciudadanía en la redacción de una nueva Constitución. Los procesos de transformación son largos, con olas, y espumas posteriores. La izquierda debe aprender a actuar en todos ellos.


En el Norte global y más concretamente en Europa, sin embargo, están predominando otro tipo de tendencias. Estamos en plena ofensiva de la extrema derecha, otros partidos sistémicos convencionales han puesto en marcha una agenda retrógrada, están llevando a cabo la privatización de las estructuras públicas (sanidad, educación, redes,..),
el aumento del gasto militar (bajo el pretexto de la invasión Ucraniana) y el fortalecimiento de la agenda securócrata (en nombre de la seguridad), ante los oligopolios de gas y energía y el vergonzoso enriquecimiento, no está haciendo nada... y Estados Unidos y la OTAN están tratando de hacer un seguimiento seguro. Este número trata de desgranar todas estas tendencias anteriores, tratando de leer la visión general desde el punto de vista popular.


Euskal Herria también vive tiempos convulsos, claro. Pero los procesos de transformación, tanto internos como externos, no suelen ser las líneas rectas, y con paciencia, con años de trabajo, mejorando la reflexión estratégica, desde el pueblo y para el pueblo nos demuestran que todos los procesos transformadores, lo mismo Irlanda, Chile, Colombia, Escocia, y que Euskal Herria también. Donde el soberanismo está fuerte, se puede ver que las fuerzas retrógradas están débiles; donde el soberanismo está fuerte, los valores feministas, ecologistas, socialistas y transformadores están fuertes, y se multiplican las posibilidades de transformación social y política.

Del mismo modo que en Europa los movimientos soberanistas se han fortalecido en las últimas décadas (como Irlanda o Escocia) en nuestro país se está fortaleciendo y reposicionando el soberanismo, desarrollando herramientas para construir otro mundo en Euskal Herria, trabajando nuevos imaginarios, articulando una amplia sociedad, y en definitiva, construyendo una alternativa vasca para este neoliberalismo salvaje de infinidad de caras; propia y abierta al mundo. Porque la opresión tiene multitud de caras y multitud de escalas, la soberanía plural de los pueblos y de los y las ciudadanas es la receta más radical y transformadora para combatir el neoliberalismo.

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