SINADURAK

Tatiana Moutinho

Miembro del Bloco de Esquerda

Portugal gira a la derecha

2024-03-18
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Tal vez sea necesario tener en cuenta las dos elecciones anteriores en Portugal, para entender cómo las elecciones del 19 de marzo marcaron el final de un ciclo político y el giro de un país hacia la derecha.


Foto. Unsplash / Jens Aber

 

El terremoto político

En 2019, el Partido Socialista, ganó las elecciones y decidió gobernar renunciando a cualquier acuerdo con el resto de partidos de izquierda. Durante el anterior mandato de cuatro años este partido había podido gobernar gracias a los acuerdos parlamentarios con el Bloco de Esquerda y el Partido Comunista.

Los entonces resultados electorales del 2019 concedieron un diputado a la extrema derecha, y el PS se vería obligado desde entonces a negociar cada año la aprobación de los presupuestos. El Partido Comunista le ayudó en esa tarea en 2020 pero dejaría de hacerlo a partir de 2021. El presidente, Antonio Da Costa cerrando cualquier posibilidad de negociación, anunció que disolvería el Parlamento si los presupuestos no se aprobaban, pero realizó dicho anuncio antes incluso de la presentación de los mismos. Es cierto que podía hacerlo gracias a las disposiciones del Presidente, pero también es cierto que cabían otras vías.

Las elecciones del 10 de marzo se han desarrollado en un escenario de acusaciones por parte de los socialistas contra los partidos de izquierda al culparles de su propio fracaso y centrar gran parte de la campaña en la amenaza de un posible gobierno de alianza entre la derecha y la extrema derecha. Cuestión esta última, no aclarada por el líder del principal partido de centroderecha. Esta estrategia resultó exitosa ya que una parte significativa del electorado de los partidos de izquierda votó masivamente al PS, con el objetivo de izar una barrera contra la extrema derecha. El PS salió de las elecciones con una victoria aplastante y una mayoría absoluta. No obstante, doce diputados del partido de extrema derecha se sentaron en el nuevo parlamento y su voto aumentó del 1 al 7 por ciento. Aún y todo cabía pensar que Portugal tendría un gobierno estable durante cuatro años. Pero las cosas no sucedieron como se esperaban.

 

«Cabía pensar que Portugal tendría un gobierno estable durante cuatro años. Pero las cosas no sucedieron como se esperaban»

 

El 7 de noviembre de 2023, el gobierno dirigido por el socialista Antonio Costa cayó fruto de un gran escándalo. En el epicentro del mismo una investigación sobre importantes proyectos de energía verde y la construcción del mayor centro de datos de la UE. La investigación involucraba a directores generales de grandes empresas, a un alcalde, al ministro de infraestructuras, a miembros del gabinete del primer ministro y, para sorpresa de todos, se implicaba supuestamente al propio Primer Ministro. Ante esta noticia, Antonio Costa presentó su dimisión al Presidente de la República, quien rápidamente la aceptó y decidió disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas; una vez más, la decisión del Presidente no fue la única constitucionalmente posible.

Hoy, sabemos que la supuesta implicación del primer ministro es extremadamente inverosímil, lo que plantea dudas muy serias sobre la interferencia del poder judicial en la esfera del poder político, y ello con un resultado muy concreto, obligar a celebrar elecciones en un clima bajo sospecha del poder político.

En resumen, se daban las condiciones para que el escenario político portugués se viera fuertemente sacudido.

 

El tsunami electoral

Con la excepción de tres partidos parlamentarios (el partido de extrema derecha Chega, el partido de centro izquierda Livre y el partido animalista PAN), el resto de formaciones políticas llegaron a las elecciones de marzo con nuevos liderazgos.

El nuevo líder del PS, Pedro Nuno Santos, fue elegido apenas un par de meses antes de las elecciones, aunque era conocido por haber sido ministro de infraestructuras y vivienda durante el gobierno de Costa desde 2019 (dimitió a finales de 2022 tras un escándalo relacionado con el pago de una cuantiosa indemnización). Nuno Santos era conocido por haber sido el negociador político con los partidos de izquierda en el gobierno de 2015 a 2019, pero tuvo grandes dificultades durante la campaña par exhibir una estrategia global ante el electorado, y erigirse como nuevo lider del partido.   El nuevo líder del partido de centro derecha, PSD, Luís Montenegro, optó por acudir a las elecciones en coalición con el partido conservador (CDS/PP, que había perdido representación parlamentaria en 2022) y un partido marginal (PPM).

LavAD (Aliança Democrática) ha sido intento poco convincente y débil de retomar la antigua coalición de derecha que gobernó entre 1979 y 1982. Durante la campaña electoral, AD presentó, principalmente, un programa basado en impuestos más bajos, un retorno a las asociaciones público-privadas y un fortalecimiento de privatizaciones (una versión ligera y aproximada del programa del partido neoliberal (IL) que se presentó a estas elecciones también con un nuevo líder, Rui Rocha.

 

«El resto de formaciones políticas llegaron a las elecciones de marzo con nuevos liderazgos»

 

Sin embargo, a diferencia de su antecesor, Luís Montenegro ha sido muy claro en su política de alianza postelectoral. Montenegro no contará con la extrema derecha para ninguna solución de gobierno. Esta decisión ha creado un cordón sanitario que resultó eficaz durante toda la campaña. La extrema derecha no ha estado en el centro del debate y nadie estaba dispuesto a considerar a esta fuerza como como posible interlocutor.

Los partidos de izquierda Bloco de Esquerda y el Partido Comunista Portugués (que siempre está en coalición con el Partido Ecologista - CDU) también se presentaron a estas elecciones con nuevos líderes: Mariana Mortágua y Paulo Raimundo, respectivamente. Sus propuestas políticas apuntaban, sobre todo, a responder a las grandes crisis que enfrenta el país (vivienda, salud, educación) y a aumentar los ingresos de quienes trabajan o han trabajado. Desde el inicio de la campaña, Mortágua pidió compromisos a la izquierda, algo que también el candidato del PC Raimundo realizó ya al final de la campaña electoral.

Tras una larga noche electoral, los resultados preliminares finales [1]de las elecciones legislativas en Portugal dictaron que, contrariamente a las predicciones de las encuestas, la coalición de derecha AD obtuvo una victoria increíblemente ajustada - con un 29,5% y 79 diputados (27,7%, 77 diputados en 2022) - sobre el PS, que ocupó el segundo lugar con un 28,6% y 77 diputados (41,4% y 120 diputados en 2022).

 

«Contrariamente a las predicciones de las encuestas, la coalición de derecha AD obtuvo una victoria increíblemente ajustada»

 

La cuarta fuerza política siguen siendo los neoliberales de IL con casi el mismo resultado que hace dos años (5,1% y 8 diputados). Bloco ocupa el quinto lugar y, aunque con un aumento de 30.000 votos, mantuvo sus 5 diputados y obtuvo el 4,5% (4,4% en 2022). El Partido Comunista perdió casi 37.000 votos y dos diputados y ahora tiene 4 escaños en el parlamento y el 3,3% de los votos (4,3% en 2022).  Livre, se mantiene con 1 diputado y el resultado que obtuvo en 2022 , el 1,3% en 2022. El partido animalista PAN tiene aproximadamente los mismos resultados que en 2022: 1 diputado y 1,9%.

El claro ganador de estas elecciones es el partido de extrema derecha Chega (Basta) con un 18,1% y 48 diputados (7,2% y 12 escaños en 2022), es decir, más del doble dl resultado que obtuvo en 2022 y cuadruplicndo el número de escaños en el parlamento. Chega logró elegir diputados en todos los círculos electorales excepto en tres (uno en el continente y en las islas de Madeira y Azores).

En cuanto al partido de extrema derecha, si bien al inicio de la campaña electoral las encuestas apuntaban a un resultado importante (entre el 17 y el 20%), en  las  últimas semanas se dejó ya prever un descenso entorno al 13%.

 

«El claro ganador de estas elecciones es el partido de extrema derecha Chega (Basta) con un 18,1% y 48 diputados»

 

Durante la campaña electoral, el único mensaje claro del partido de extrema derecha se basó en la idea de "limpiar Portugal", el mismo mensaje utilizado por la extrema derecha en otros países, donde estas fuerzas  se presentan como "antisistema". A nivel de programa político, el partido logró decir un poco de todo y todo lo contrario, presentando propuestas claramente irreales, aunque esta confusión o falta de ideas no resultó penalizadora en modo alguno.

Sin embargo, cabe destacar otro elemento en estas elecciones al que se debe prestar especial atención. Más de 750.000 electores se movilizaron para votar, lo que significó que la participación en estas elecciones fue la más alta desde 1995. los votos emitidos fueron el 66,2%. Aunque todavía es demasiado pronto para disponer de estudios electorales rigurosos y en profundidad, parece evidente que esta movilización favoreció, sobre todo, a la extrema derecha. las circunscripciones donde Chega creció de manera importante fueron aquellas en las que se  produjo un mayor aumento del número de electores.

Esta observación parece ser un claro indicador de un extraordinario deseo de disrupción que de ningún modo puede ser ignorado y que, sobre todo, necesita ser descrito y comprendido en profundidad.

 

Foto. Unsplash / Todd Turner

 

Rompiendo las olas

El presidente Nuno Santos se está reuniendo actualmente con todos los partidos representados en el parlamento y, antes del 20 de marzo, invitará al líder de la coalición de centro-derecha a formar gobierno, posiblemente con los neoliberales (IL).

Hoy, la marea oscura que recorre el país parece haber dejado tres islas aisladas en la superficie: un bloque de derecha con 87 diputados, un bloque de izquierda con 91 diputados y un bloque de extrema derecha con 48 diputados. Con tal geometría parlamentaria, parece difícil que el nuevo gobierno pueda sobrevivir hasta el final del mandato, y este hecho puede obligar al gobierno a surfear las olas venideras con mayor cuidado.

A la izquierda del gobierno, y por el  momento, los socialistas parecen tener clara su voluntad de liderar la oposición al futuro Gobierno, aún a riesgo de que ello pueda provocar la dimisión del gobierno, y en consecuencia ser tildados de "elemento de inestabilidad". A la derecha de la coalicion de centro-derecha AD, la ultraderecha no deja de exhibir su deseo de ser parte de la “solución” y garantizar la estabilidad, lo que deja al futuro gobierno en una posición paradójica. Si cede, corre el riesgo de vaciar a la derecha.

 

«Si se atiene a la posición asumida durante la campaña electoral, estará fomentando el discurso de victimización que la extrema derecha tan hábilmente utiliza en su propio beneficio.»

 

No es nuevo: en política no hay "espacios vacíos", y lo que estas elecciones nos demuestran es que, desde hoy, es esta nueva extrema derecha la que está ocupando el vacío en el que se encuentra la masa de desheredados creada por el gobierno neoliberal y que las políticas de austeridad de las últimas décadas han abandonado.

El bipartidismo que prevaleció en Portugal hasta el 9 de marzo ha dejado, con distintos matices y fases más o menos acentuadas, una estela de empobrecimiento, precariedad, incertidumbre y desesperanza. Y no fueron sólo los años de austeridad los causantes de los malos recuerdos de 2011-2015.

Cabe señalar que después de la pandemia, las consecuencias socioeconómicas derivadas del resurgimiento de la guerra en Europa y la consiguiente crisis inflacionaria, no se vieron aliviadas en abasoluto por el gobierno del PS. Especialmente durante los dos últimos años de gobierno  la salud y la educación se aproximaban al colapso, conocimos una crisis inmobiliaria sin precedentes. y un aumento espectacular del coste de la vida. El gobierno socialista por su parte se centró en llevar la deuda de Portugal a mínimos históricos, haciendo que el "crecimiento económico" batiera récords...

En una palabra, Costa y su equipo obedecieron  todos los indicadores económicos que dicta y presenta la ortodoxia de la doctrina económica neoliberal y que presentan como "desarrollo exitoso". En la izquierda, los tiempos son exigentes, necesitamos acción. Pero quizás el mayor desafío que tenemos es reconfigurar la esperanza en un futuro que conlleve una ruptura con "el estado al que hemos llegado" [2].

 


[1] Aún no se han asignado 4 escaños, que corresponden a los distritos electorales de Europa y fuera de Europa y que se espera sean anunciados el 20 de marzo.

[2] Traducción libre de el expresión “o estado a que chegámos” de Salgueiro Maia, histórica capitán de el Clavel Revolución , en un famoso discurso a la tropas eso marchó encima Lisboa en el noche de el 24 de Abril de 1974.

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